La clase política en la mayoría de los municipios en Tamaulipas viven tiempos de espera. Algunos ansiosos, otros con mayor tranquilidad, pero la El mundo del entretenimiento se encuentra de luto tras el sensible fallecimiento de Fabiola Yazmín Ortega Barcenas, ex integrante y voz del exitoso programa infantil “Bely y Beto”, donde participó en el 2009. Según se sabe, su deceso habría ocurrido tras presentar complicaciones médicas relacionadas a su embarazo y que la llevaron a pasar sus últimos días internada en el hospital.
Desde hace algunos días en redes sociales comenzó a circular en redes sociales el rumor que la mujer detrás de una de las botargas de “Bely y Beto” estaba hospitalizada y muy delicada de salud; sin embargo, fue en las últimas horas cuando se confirmó la noticia. De acuerdo con Univisión, Ortega Barcenas murió el pasado jueves 1 de febrero, aunque fue en las últimas horas cuando la noticia trascendió luego de que una compañera la despidió en Instagram.
Aunque no se ha dado a conocer que las causas de muerte, sí se dio a conocer que previo a su fallecimiento, Fabiola Yazmín había presentado complicaciones médicas relacionadas a la preeclamsia y el síndrome de HELLP. mayoría con los ojos puestos en las nominaciones para el proceso electoral. Y no es para menos, la contienda elección más importante en la historia moderna de México está a la vuelta de la esquina, y pareciera que tanto Morena como Acción Nacional están de acuerdo en algo: Esperar y estirar la liga al máximo para dar a conocer a sus candidatos oficiales.
La zona metropolitana del sur de Tamaulipas no es la excepción. Tampico, una ciudad que gusta de la alternancia parece estar lista para la llegada de la cuarta transformación, esto ante el rompimiento del panismo de Chucho Nader y el cabecismo, aunado a la incertidumbre de su militancia de no saber si su candidato será Mon Marón o Rosa González Azcárraga. Esto se puede observar en las últimas mediciones; el divisionismo interno del partido ha provocado una baja en las preferencias del electorado, que se vuelca en su mayoría al partido de Morena.
En ese frente Úrsula Salazar, quien ostenta hasta el día de hoy la Presidencia del Congreso del Estado, se mantiene desde hace varios meses al frente de las encuestas, sumando adeptos y ganándole terreno a los blanquiazules.
En Ciudad Madero es otro cantar. Ahí los esfuerzos y las negociaciones del actual alcalde Adrián Oseguera todavía no rinden frutos. No ha logrado convencer a las altas esferas de que su hermano Abel sea la mejor opción para abanderar a Morena en la búsqueda de la continuidad, Además de ello, las encuestas ahí muestran cierta disparidad, una lo da como el mejor posicionado, mientras que otras dos muestran como puntero a Erasmo González Robledo, quien además tiene mucha más amplia trayectoria en la vida pública que el hermano del actual alcalde.
En Altamira la tendencia es mucho más marcada, pues el actual alcalde no tiene problema en posicionarse como el candidato natural para buscar la reelección, muy por encima de cualquier otro aspirante Morenista, o incluso los propios blanquiazules, en donde ahí sí, el cabecismo predomina a través de la figura de Miguel Gómez Orta, quien se posiciona por encima de Juvenal Hernández, de quien dicho sea de paso, no se sabe ni que color es el que más le gusta.
¿Hasta cuando los partidos políticos habrán de definir a sus candidatos? No olvidemos que, además de la preparación de sus estructuras electorales, en algunos casos también existirá la necesidad de realizar la denominada “operación cicatriz,” y con el tiempo encima, la cirugía podría complicarse para ambos partidos. Tal parece que, tanto en los guindas como en los azules, quieren llevar la contienda al límite.


