Dicen en Tampico Alto que Adrián está Desesperado

-Inscribió candidatos a modo en el proceso interno morenista

Desesperado por perpetuarse en el poder a toda costa en Tampico Alto,  Adrián Domínguez Rangel engatusó al joven  Raúl Pérez Devora, un inexperto en política para que se registrara en la contienda interna de Morena.

La ambición casi enfermiza de Domínguez Rangel tiene asombrados a los actores políticos y a la comunidad en general de Tampico Alto.

Varios de sus cercanos comentan que a últimas fechas se ha mostrado irascible con varios de ellos, quizás molesto porque siente que ya no la tiene todas consigo.

Cada vez se aísla más. Ya no es el Adrián de antes, que apenas se presentaba en un lugar, atraídos por la abundancia hermana de su cartera y su personalidad “avasallante”.

Sin embargo, el alcalde de facto que despacha como presidente del DIF, es un maestro en el arte de la traición. Es su manera de operar.

Recordemos:

Apenas  obtuvo su triunfo por las siglas del Partido Encuentro Social, ya desaparecido, no dudó en arrojarse a los brazos de Miguel Ángel Yunes Linares, entonces panista, y que gobernó, corrección: dizque gobernó Veracruz durante dos años.

Eran los tiempos felices de Adrián como uno de los consentidos del sistema. Apapachado por el clan Yunes, los apoyó al millón por ciento para que el ahora senador, Miguel Ángel Yunes Márquez, obtuviera el triunfo y la gubernatura, lo que finalmente no ocurrió.

Su deslealtad le originó un conflicto mayor con el ganador de la elección, Cuitlahuac García Jiménez, a la postre, gobernador por 6 años.

Ya bien alineado con el sistema en Veracruz, cometió otro pequeño error pero ahora en Tamaulipas su estado natal. Adriancito apoyó a César Verástegui Ostos, abanderado del PRI PAN y PRD a la gubernatura, elección que finalmente ganó el doctor Américo Villarreal Anaya, por las siglas de Morena.

Como que la brújula política le falla al presidente del DIF tampicoaltense. Sus lecturas han resultado erróneas y con mucha amplitud.

Y no olvidemos que recientemente cometió el más grave error de su vida política: se entregó a los brazos del secretario General de Gobierno Erick Cisneros Burgos, el candidato “virtual” y de muchos medios electrónicos a la gubernatura jarocha. Le llevó la contraria a quien ahora manda en Veracruz a la gobernadora Rocío Nahle García, al igual que lo hicieron muchos otros políticos de la zona norte y en general de la entidad.

Ese es el retrato real de Adriancito. El desesperadito, que busca a toda costa perpetuarse en el poder político de Tampico Alto.

Y un dato más, cuando fue la elección para candidato a la presidencia de la república, se dejó llevar por el canto de las sirenas y apoyó a Marcelo Ebrard, sin tomar en cuenta la línea presidencial de López Obrador a favor de la actual presidencial Claudia Sheinbaum.

Ha sido más desorientado??

“Si no soy yo que sea uno de mis delfines”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *