Lucero Deosdady: ¿Voz ciudadana o piedra en el camino de Tampico?
Tampico, Tamaulipas.– En política, no siempre es la oposición la que pone obstáculos al desarrollo. A veces, el mayor freno viene desde dentro, desde quienes deberían estar trabajando por el mismo proyecto. Es el caso de la diputada local Lucero Deosdady, integrante de la Cuarta Transformación, pero cada vez más alejada del espíritu de unidad y construcción que presume su movimiento.
Mientras la alcaldesa Mónica Villarreal impulsa proyectos que buscan detonar el potencial turístico y económico de Tampico —como la llegada de un hotel de cinco estrellas de la cadena Marriott a la Laguna del Carpintero—, desde el Congreso del Estado, Deosdady encabeza lo que muchos ya ven como una campaña de desestabilización interna.
Este domingo 8 de junio se espera una manifestación contra la administración municipal. Sin embargo, fuentes cercanas aseguran que esta movilización no nació de un genuino reclamo ciudadano, sino que fue orquestada desde la oficina de la propia diputada. Una estrategia política con rostro de protesta, pero con objetivos claros: debilitar a la alcaldía y posicionarse a cualquier costo.
Las redes sociales ya han reaccionado. Memes, críticas y mensajes de indignación se multiplican, acusando a la legisladora de traicionar no solo a su equipo político, sino a la ciudad que representa. Y es que mientras Tampico busca inversión y progreso, hay quienes prefieren el conflicto y el protagonismo.
¿Se trata de un compromiso real con las causas ciudadanas o de un juego político mal disfrazado? ¿Qué intereses se mueven detrás del discurso ambientalista cuando lo que está en juego es el desarrollo de una zona estratégica?
Hoy más que nunca, Tampico necesita altura de miras, no ataques internos. Necesita cooperación, no confrontación. Y sobre todo, necesita representantes que entiendan que gobernar también es sumar, no restar desde la sombra.
Porque cuando el enemigo está en casa, es la ciudadanía la que termina pagando el precio.
